Numerosos estudios demuestran que los muebles de oficina modifican tanto la actitud de los empleados como su productividad. Y es que los buenos muebles deben ser, en primer lugar, cómodos y funcionales. Esto permitirá a los empleados poder realizar sus tareas de un modo natural, sin tener que pensar en que el espacio en la mesa no es suficiente o que su cuello no deja de doler desde hace dos semanas debido a que la silla es incomodísima.
Por otro lado, cabe destacar la importancia de una correcta disposición de los departamentos. El decorado juega un papel fundamental en la percepción que, los empleados y los clientes que entren en la oficina, tendrán. Es importante tener cuidado antes de realizar la asignación de salas de reuniones y departamentos. Los lugares con más luz deben ser aprovechados para departamentos, pues es ahí donde los empleados pasan la mayor parte de su tiempo.
Pero esto no es todo, también cabe destacar que la tendencia de eliminar las paredes y las puertas está cogiendo cada vez más fuerza. Las oficinas abiertas permiten que la comunicación fluya de un modo más rápido y que los empleados tengan contacto en cualquier momento.
Todo esto te habrá dado una pista acerca de la importancia que tiene la correcta elección de los muebles de oficina, así como del decorado. No pases por alto este paso, puesto que una vez que compres los muebles, será más caro reemplazarlos y volver a planificar desde cero. ¡Recuerda que de ello depende también la productividad de los empleados!